Con todo, no se puede hablar de un porcentaje de células o partes del cuerpo que se acabarán recuperando, y tampoco se puede predecir qué personas van a beneficiarse más o menos. Se debe, según la experta, a que “diversos factores influyen en el proceso, ya que no todas las personas tenemos la misma sensibilidad al efecto nocivo del tabaco. Lo que sí es irrefutable es que abandonar el hábito disminuye el riesgo de enfermar y fallecer por causas relacionadas”.
Considerando que un 50% de los fumadores morirá por enfermedades asociadas con el consumo de tabaco —según la doctora— quizás vaya siendo hora de ir despidiéndonos de los cigarrillos…
Fuente: El país