La gastronomía de Sicilia está estrechamente unida a la historia y cultura siciliana, así como con la vida religiosa e espiritual de la isla. Se trata de una cultura gastronómica regional, compleja y diversa, que muestra claramente la contribución de las culturas que se establecieron en Sicilia en el transcurso de los dos últimos milenios.
Se tiene, por ejemplo, la contribución alimentaria de la antigua Grecia mediante el «Monsù» de las grandes cocinas nobiliarias, pasando por los dulces de plena influencia magrebí y de las especialidades hebrea.
Los ingredientes son típicos de cualquier gastronomía mediterránea. En los platos de la cocina siciliana se emplea exclusivamente el aceite de oliva (l’olio extravergine d’oliva), tanto para cocinar como para aliñar. La mantequilla es muy poco usada, acaso en la elaboración de algunos dulces.
Los ingredientes principales son vegetales o marino (pescado y moluscos). La carne se emplea relativamente poco en los platos sicilianos, uno de los más conocidos es el farsu magru. Las conocidas salinas de Trapani, desde donde se extrae desde la antigüedad una finísima sal marina, hacen que sea un ingrediente especial de la cocina siciliana.