«Mi enfoque para abordar este hecho comienza con el examen de los factores desencadenantes, como el control del estrés, los conflictos familiares o el abuso de drogas y alcohol. El tratamiento incluye establecer límites, gestionar los impulsos, reorientar las fantasías y aconsejar en las relaciones», indica el psicólogo Mark D. Ackerman.
3. «Mi chico no dura lo suficiente en la cama»
Gracias a las consultas de los sexólogos se desvela lo que la mayoría no conoce. El principal problema en la cama de los hombres no es la disfunción eréctil sino la eyaculación precoz. Dicha preocupación puede ser frustrante para muchos varones que se esfuerzan por controlarla a través de métodos prácticos, como el repetido ejercicio del «comenzar-parar«. Solucionar la eyaculación precoz es complicado, pero existen maneras de controlarla.
El primer paso es no centrarse exclusivamente en la penetración. Está bien que los eyaculadores precoces tomen en consideración la fórmula de «las damas primero». Durante el coito no es mala idea también jugar con las posturas, pues estas inciden mucho sobre el ritmo y la excitación del género masculino.
4. «Soy infiel porque no tengo sexo»
Se intenta negar de muchas maneras, pero el adulterio sigue entendiéndose como un acto reprobable. No son pocos los que creen que el adulterio significa forzosamente el final de una relación, «pero la infidelidad puede ser un mágnífico catalizador o un aviso que puede llevar a las parejas a volver a hablar, tras años de estancamiento». Las parejas que acuden a la consulta de un sexólogo lo suelen hacer al borde de la ruptura. Una aventura de uno de los componentes suele ser el evento que marca esa frontera. Reconozcamos que no hay tantísimas cosas que se puedan hacer en el sexo. La falta de posibilidades hace que cobren especial relevancia los pequeños detalles