Los Sexólogos confiesan las preguntas más frecuentes en sus consultas

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La causa que se oculta tras la disminución del deseo guarda mucha relación con las diferentes expectativas de cada uno de los miembros en la cama. Mientras los hombres suelen entender el buen sexo como sinónimo de un espectacular rendimiento y un orgasmo formidable, el deseo de las mujeres es más complejo. Muchos miembros del género femenino entienden el sexo como una energía que puede ser expresada de varias maneras, no sólo a través de los genitales. ¿La clave para volver a recuperar el deseo? Parece simple: el placer. No obstante, encontrarlo cuesta trabajo. Fundamental, cómo no, la siempre recurrente comunicación: «Afronta las conversaciones sin juicios previos y sé muy explícito acerca de qué es lo que te pone como una moto«, señala Hirschman.

Por eso, no vale con soltarle al otro que tiene que mostrar más ardor. Hay que enseñarle qué es para nosotros ser más apasionado. Una vez encontrado el placer muchas parejas se sienten liberadas al dejar atrás una gran cantidad de prejuicios que les atenazaban.

Hay que entender también que la disminución del deseo puede ser un síntoma más que un problema en sí. Cuenta Michael Aaron, terapeuta afincado en Nueva York: «A menudo estos problemas están causados por circunstancias de la relación (sentimientos de ira, resentimientos, traición…) que necesitan ser resueltos antes de que se puedan abordar realmente las dificultades sexuales. A veces tengo que ayudar a las parejas a expresar sus anhelos directamente o hacerles ver el punto de vista del otro desde una posición menos defensiva. Cuando la relación se repara, los problemas sexuales suelen mejorar ellos solos».

2. «Mi pareja es un obseso sexual»

En el lado opuesto al anterior se encuentra el problema del compañero al que le resulta complicado controlar sus impulsos más elementales.

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