Para mantener una relación de pareja saludable capaz de sobrevivir al paso de los años es necesario cuidar los pequeños momentos de intimidad (caricias, besos, tocamientos, palabras bonitas…) todas las mañanas. «No siempre tienen que terminar en una relación sexual. Se trata de momentos que pueden dar pie a un encuentro sexual breve o simplemente generar un mayor vínculo afectivo y un aumento del deseo en la pareja», apunta la sexóloga Núria Jorba. Además, la forma en la que nos despedirnos de nuestra pareja también es clave. «Hay que dar besos en condiciones, no simples picos para fichar. Es importante sentir el beso», insiste Jorba.
¿Y si no tengo pareja? El sexo siempre tiene cabida, ya sea solo o en compañía, y de cualquier forma es beneficioso para la salud. «Durante el orgasmo se segregan endorfinas que mejoran el humor y movilizan muchos grupos musculares, algo necesario para desentumecer el cuerpo después de muchas horas inmóviles en la cama», argumenta la sexóloga Leire Méndez. Otro de los motivos por los que el sexo, en compañía o soledad, es tan beneficioso a primera hora es porque el cuerpo se encuentra en el momento de mayor predisposición para ello. «Al despertar después de un sueño reparador estamos menos estresados. Además, durante la fase REM se producen las erecciones nocturnas y la tumescencia del clítoris, factores que favorecen el encuentro sexual», afirma Méndez.