De momento hay algo más de una treintena de donaciones (dos de ellas de las fundadoras, claro), pero la fonoteca está abierta a recibir todo tipo de orgasmos. Silenciosos, ruidosos, tímidos, explosivos… Eso sí, todos reales.
Fuente: elmundo.es
De momento hay algo más de una treintena de donaciones (dos de ellas de las fundadoras, claro), pero la fonoteca está abierta a recibir todo tipo de orgasmos. Silenciosos, ruidosos, tímidos, explosivos… Eso sí, todos reales.
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