El sexo en el arte, siempre ha sido un tema recurrente, ya sea de manera implícita o explícita. Pero hay ciertos artistas que parecen haber tenido una especial tendencia a ello. Entre ellos está el reconocidísimo Pablo Picasso. De hecho, el propio artista declaraba que “el arte y la sexualidad son la misma cosa”. Afirmación que parece cierta, al menos en su caso.
¿De dónde venía su obsesión con el sexo?
Picasso siempre se interesó por plasmar en forma de arte el erotismo y la sexualidad. Así, la carga sexual en su obra está presente desde los primeros dibujos en la adolescencia, las prostitutas de Barcelona o las modelos, hasta sus últimas mujeres desnudas de principios de los 70. Quizá, el hecho de que sus viajes a Barcelona y a París durante la adolescencia lo pusieran en contacto con la prostitución precozmente, tuvo algo que ver. Y de este modo, con el tiempo, los primeros desnudos inocentes de su obra fueron transformándose en eróticos y pornográficos.