«La princesa está triste. ¿Qué tendrá la princesa?. Los suspiros se escapan de su boca de fresa. Que ha perdido la risa. Que ha perdido el color«.
Con esta sonatina, el poeta Rubén Darío, se hacia una y otra vez una pregunta de fácil respuesta; ¡la princesa está triste porque nadie le come su boca de fresa!
La boca es uno de las partes más sensuales del cuerpo tanto para hombres como para mujeres. Una boca bien cuidada, limpia, carnosa, maquillada, sabrosa es un elemento sexual a través del cual los seres humanos tenemos la capacidad de encontrar el placer sin necesidad de la penetración.
Los labios, y me refiero a los de la cara, son una de las partes más sensibles del cuerpo. Al igual que otras zonas erógenas, como el perineo o el clítoris, están repletos de terminaciones nerviosas culpables de hacernos llegar al placer a través de su estimulación.