La generación de Tinder tiene colgado el sambenito de la promiscuidad sexual, pero resulta que el sexo anal es más habitual entre parejas que entre desconocidos. Esta investigación señala que, mientras el sexo anal era igual de frecuente entre mujeres de todos los grupos raciales y orígenes étnicos, era más habitual entre las que estaban casadas o convivían con su pareja (el 20% de las participantes había practicado sexo anal en el último mes) que entre el grupo de mujeres solteras. Ya sabéis, chicos.
A pesar de que está aumentando la cantidad de personas que practican sexo anal, sigue sin ser comparable a lo que muestra el porno. En un estudio de 2010, los investigadores estudiaron las 50 películas de porno más populares y descubrieron 356 escenas de sexo anal, en el 55% de los casos entre parejas heterosexuales. De acuerdo con Pornhub, las búsquedas sobre sexo anal han aumentado un 120% entre 2009 y 2015.