«¿Con un ex? ¡Jamás!«. Parece un consejo lógico cuando se ha pasado por malas experiencias, y desde luego refleja una realidad espinosa… como todas las relaciones humanas. Buceando más en el origen del mantra, averiguaremos que, quizá, los dados a emitir este tipo de sentencias, tan seguros y tan serios, no son los más indicados para guiar a los demás.
Porque a ver, a lo peor son los mismos que acuñaron aquello de «mezclar sexo y amistad nunca funciona». ¿Cuántas veces han pasado por ello para decir algo tan terminante? ¿Una, dos…? ¿Decimos acaso que «el sexo no funciona» cada vez que tenemos un mal día? ¿O que «la amistad no funciona» porque nos ha fallado alguna persona? ¿Y no dicen también que «un hombre y una mujer no pueden ser amigos«? ¿Pero qué quiere esta gente agorera, que nos encerremos en casa a verlas venir hasta que aparezca el príncipe azul o la princesa virginal nacida para complacernos hasta la muerte?