Tras la presentación del personaje en Starling City, Allen regresa a su ciudad natal donde es alcanzado por un rayo tras las pruebas erróneas de un acelerador de partículas.
Ello le permitirá adquirir una habilidad, la supervelocidad, un poder que viene cargado de responsabilidad y utilizará para ayudar a la gente de Central City. Vamos, lo que viene siendo un superhéroe de toda la vida.
Además de ser entretenido, divertido y tener una buena dosis de acción —los efectos especiales son bastante normalitos tirando por lo bajo—, la vida del protagonista está marcada por un suceso que le ha atormentando siempre: la muerte de su madre.
Su pasado será relevante, al mismo tiempo que continua como científico forense e investiga los acontecimientos de su muerte y la falsa inculpación de su padre. El misterio es un buen comienzo para The Flash.
A veces vemos como actores muy mayores no cuadran en historias de adolescentes, aquí es todo lo contrario. Los nuevos compañeros de Barry parece que van a coger la carpeta, ir a clase o preparar el baile de graduación del instituto.