A partir de ahí empieza su vida en común, pero no solo entre ellos, sino también con el resto de fauna que desfila por la serie. Desde Mike (interpretado por Nick Frost), el mejor amigo de Tim, un militar expulsado del ejército por haber robado un tanque en su afán por invadir París, hasta Marsha (Julia Deakin), la casera algo borrachuza del edificio en el que viven.
Y todo mientras lidian con el día a día, con problemas que a cualquiera nos suenan muy cercanos. De hecho, esa es otra de las grandes virtudes de Spaced, que cualquiera se puede sentir identificado con lo que en ella ocurre. Nadando en ese gran mar que es el paso de la juventud a la madurez, los personajes buscan su lugar mientras aclaran quiénes son y dónde pretenden acabar.
Pero, ¿qué es lo que diferencia a Spaced de todas las demás? ¿Qué la hace diferente? Pues ese look entre comedia costumbrista y película fantástica, ese aluvión de referencias geek que sacuden cada capítulo, desde Star Wars a los cómics de superhéroes pasando por los videojuegos y todo el catálogo de la clásica productora Hammer.