Estos tres, junto a una legión de amiguetes (como los llamaría Santiago Segura), han desarrollado una forma de hacer comedia que mezcla esa fina ironía británica con todo un catálogo de referencias pop (a cual más freak) consiguiendo crear un sello propio que les ha permitido convertirse en personajes reconocidos en el mundo del cine, tanto inglés como americano.
Pues bien, esa mezcla de géneros (sobretodo terror y fantástico, fuentes primordiales de su universo) y su enfoque sardónico empezaron con Spaced, que es sin duda su obra más personal.
La serie explica la historia de Tim (Simon Pegg), un dibujante de cómics al que su novia ha echado de casa, y Daisy (Jessica Hynes), una aspirante a periodista en busca de una oportunidad y de alojamiento tras abandonar la casa que compartía con unos okupas. Un día ambos se conocen en un bar y descubren un anuncio de alquiler ideal destinado solo a parejas. Así que, como no podía ser de otra manera, deciden hacerse pasar por una y consiguen el piso.
