A pesar de esa falta de estímulo insistí con la segunda temporada (esperando una rectificación, un golpe en la mesa de King Y Spielberg, ambos productores, me temo que desde la piscina de su casa), hasta que en el tercer capítulo la sensación de estar tirando 40 minutos semanales de mi vida a la basura se hizo insoportable.
La Cúpula es una serie basada en la novela del mismo nombre del hiperactivo Stephen King, cuyo argumento gira alrededor de un pueblo llamado Chester’s Mill que queda atrapado dentro de una gigantesca cúpula invisible. En el interior, sus habitantes deben encontrar una explicación a su encierro mientras se desbordan los instintos más primitivos y florecen las rencillas y los enfrentamientos de toda clase para hacerse con el control de la situación y del pueblo, un poco como El Señor de las Moscas versión rural americana.
Esta base argumental es recurrente en la obra de King, que siempre ha sentido predilección por explorar lo más oscuro del alma humana exponiendo a sus personajes a situaciones límite que les obliguen a escoger entre dos caminos claramente diferenciados, el mal o el bien.