En general, siempre que hablo de series de televisión me gusta insistir en que el estar viviendo una época de sobreproducción tiene un lado negativo, y es que por cada serie de las buenas hay dos (o tres) que son poco menos que infumables. Y de esas dos (o tres) por lo menos una tiene bastante éxito, ya sea a nivel local o mundial.
[pullquote]Tan necesario es recomendar una buena serie como avisar de una mala, no sea que os pase como a mí y acabéis arrepintiéndoos[/pullquote]A veces tiene su explicación (la ven adolescentes que todavía están formando un criterio y tienen derecho a resbalar, quién no recuerda Sensación de Vivir) y otras veces no hay quién lo entienda. Por desgracia, que La Cúpula haya tenido un éxito más que considerable es completamente incomprensible.
A pesar de haber empezado a verla con todas mis buenas intenciones, he sido incapaz de encontrarle puntos positivos. Bueno, uno, el personaje interpretado por Dean Norris (inolvidable Hank en Breaking Bad) tiene empaque, aunque acabe contagiado por la absurdidad general y se convierta en un guiñol de sí mismo.