Es una pluriempleada todoterreno, letrada y profesora de derecho en la universidad que tendrá que vérselas con diferentes testimonios, para lo cual buscará la perspectiva original de un puñado de alumnos.
La historia se inicia con la llegada a la universidad de grupo de alumnos que se verán envueltos en un complot de asesinato que cambiará sus vidas.
Los guionistas alternan presente y futuro, mostrando retazos de un tiempo desconocido (como hacía Revenge al comenzar una temporada) sin saber cómo llegaron hasta allí y dejándonos con la intriga. Esa curiosidad se convierte en un gran acierto que deberían explotar en otras series.
Tener a la gran Viola Davis en el papel principal (ganadora de un Oscar por Criadas y Señoras) ayuda mucho a sobrellevar una serie que repite el esquema de su hermanastra Scandal, con Kerry Washington en el papel protagonista y gente bailando alrededor de su diosa. Está cargada de secundarios de lujo y jóvenes con un talento más que aceptable, incluida la alocada Paris (Liza Weil) de Las chicas Gilmore. Un placer volver a verla.