En la época dorada de Hollywood (entre los años veinte y los sesenta), las películas tenían el sello inconfundible del estudio que las había producido. Generalmente, los actores, directores y equipos técnicos firmaban contratos con un determinado estudio para el cual filmaban película tras película, provocando de esta forma la aparición de sellos estilísticos claramente identificables.
[pullquote]Los guiones de The League of Gentlemen destacan por sus tintes surrealistas y el humor negro rallando la psicodelia[/pullquote]Hoy en día el cine ya no funciona de este modo, pero la televisión, en cierta manera, sí. Los canales producen sus propias series (en colaboración con productoras independientes) e intentan darle un toque propio que las diferencie y las destaque sobre el resto. No siempre lo consiguen, pero existen casos en que simplemente viendo algún capítulo se puede identificar el canal.
Es el caso, por ejemplo, de HBO (True Detective, Juego de Tronos, Boardwalk Empire), que destaca por la calidad casi cinematográfica de sus producciones basadas en grandes nombres y aún más grandes presupuestos, y sobre todo de la BBC británica, cuyas señas de identidad están impresas en la Union Jack, la bandera inglesa que el canal enarbola con orgullo.