Esto no quiere decir que debamos ir cada uno a su rollo, escondiendo nuestros deseos más íntimos a nuestra pareja. Al contrario. Nelson difiere entre el concepto de secreto o privacidad: el primero es aquello que mantenemos al margen de nuestra pareja mientras que la privacidad “es un lugar íntimo en el que se cultiva y desarrolla nuestra propia sexualidad y erotismo” y debemos ir desvelándoselo para que nuestra pareja pueda alentar esa parte íntima y personal añadiendo emoción y jugosidad a los encuentros sexuales.
Fuente: El Confidencial