Beber (mucha) agua. Así como necesitas dormir lo suficiente para mantener tu piel juvenil, debes mantenerte muy bien hidratado para mantener tus funciones corporales completamente nutridas. La deshidratación produce piel seca y quebradiza, acné, reparación más lenta… Vacía las toxinas del cuerpo, proporciona nutrientes y te mantiene luciendo joven todos los días y a largo plazo.
Adiós cafeína, azúcares añadidos y alcohol. El antagonista en tu búsqueda de la juventud tiene tres caras: cafeína, azúcar y alcohol. Estos vicios resecan la piel, obstruyen los poros y comprometen el sueño (que, como sabes, es perjudicial para poseer un aspecto juvenil). Limítate a un café por las mañanas, mantente alejado de los productos ultraprocesados y, por supuesto, no te pases con las copas.
Fuente: As.com