Cómo vigilar la frecuencia cardíaca
No es un número más, no es un número del que presumir, no es lo rápido que va el motor de un coche, es nuestro corazón, y puede romperse si lo llevamos al límite. Literalmente.
De ahí la importancia de tener aparatos que midan este baremo si realizamos ejercicio físico a menudo y casi de alta competición.
Hay que tener en cuenta también que existen varios factores que limitan la frecuencia cardiaca:
- la edad
- el sexo
- nuestro nivel de frecuencia cardiaca en reposo
- nuestro deporte
- nuestros entrenamientos
- las posibles enfermedades que aún no han dado la cara y las que sí
Hay además un punto importante: los 35 años. “Si somos menores de 35 años debemos haber descartado la presencia de enfermedades con un componente genético o congénito”, explica el doctor Luengo.
“Si nos acercamos o sobrepasamos la cuarentena, la enfermedad cardiovascular que más puede darnos la lata es la enfermedad coronaria. Por eso, debemos descartar que la tengamos”.