Los sitios web que promueven este contenido no son castigados por diferentes razones. Además de la débil legislación, se encuentra el hecho de que las fotografías no tienen derechos de autor; y aunque algunas ofrecen la opción de eliminación mediante reclamo, una vez que cualquier archivo en la red, es imposible detener su proliferación entre miles de millones de usuarios. Otro motivo es que trabajan por medio de proxys (sistemas de cambio de ruta de datos), así que para encontrarlos se requiere un trabajo exhaustivo.
Para combatirlo existen diferentes alternativas. En primer lugar se puede hacer una petición en el registro de copyright y darle derechos de autor a nuestra imagen, de esa forma –por ley– todos los sitios web se verían obligados a eliminar el contenido relacionado. También es útil contactar a organizaciones como Without My Consent, que ofrecen ayuda y asesoría a las víctimas de ciberacoso, tan grave y dañino como cualquier otro ilícito en contra de su persona o propiedad. Como usuarios de Internet, cada persona debe de tener el derecho de ejercer su sexualidad con seguridad, sin el riesgo de ser expuestos.