3. Mejorar tu capacidad respiratoria. De forma secundaria tu organismo se acostumbrará al ritmo de entrenamiento que le sometas y no solamente aumentarás tu masa muscular y disminuirás tus depósitos de grasa, sino que también mejorarás tu rendimiento físico.
A pesar del tipo de entrenamiento, de su intensidad, duración o ritmo, éste deberá estar vigilado por un profesional. Apuesta por un ejercicio bien ejecutado. Demasiado peso puede conllevar una mala ejecución, y una técnica fallida puede desencadenar compensaciones que generen molestias o provoquen lesiones.
¡Que te metas caña es fabuloso! Pero intenta conseguir tu objetivo de la manera más saludable e inteligente. No te dejes convencer por falsos mitos o leyendas. ¡Planifica tu entrenamiento de forma adecuada y empieza a trabajar!