El Zeppelin fue, por eso, todo un símbolo, además de representar un status social, para entonces.
Un reloj para llevar o para coleccionistas
Hoy poseer o simplemente coleccionar un accesorio como un reloj Zeppelin es sinónimo de lujo, de amante de la historia y al mismo tiempo nos hace de alguna manera «libres», como si fuéramos justo un dirigible que volara por encima de todo, ligero y capaz de cruzar hasta las cimas más altas de las montañas.
Un reloj Zeppelin Nos inspira confianza en nosotros mismos, nos hace soñar paisajes lejanos, que alcanzaremos SI o SI con un ritmo relajado, ya que, a pesar de lo que podamos imaginar, los dirigibles volaron – a veces casi desapercibidos, a pesar de su tamaño – MILLONES de kilómetros y hasta dieron la VUELTA AL MUNDO.
Nada comparable por supuesto a los aviones de hoy, que apenas te dan el tiempo de disfrutar con el vuelo. La tierra se ve lejana, los sillones no son tan cómodos, el servicio a veces deja mucho que desear…