Los primeros modelos son de inspiración de relojes militares rusos para submarinistas. Maquinarias Miyota (japonesas) y con un claro objetivo: posicionar la marca. Grandes tamaños (53 mm de diámetro) y elementos diferenciadores como su guarda coronas enroscada, lo consiguen.
En la primera década del 2000, el reloj ya es un elemento estético y hay una tendencia a llevar relojes grandes y de estética militar. ¡Triunfo! Los U-Boat pasan de venderse en tiendas de moda a precios moderados a ser una marca de prestigio.
Este salto de nivel, permite a la marca cambiar acabados asiáticos por suizos, así como una distribución más exclusiva. Nuevos modelos, siempre de gran tamaño y muy llamativos, acaban de afianzar la marca. Lo demuestra el hecho de que se convierte en una de las más falsificadas del mercado.
Su parecido en historia, estética a la famosa Officine Panerai le ayuda a aprovechar la revalorización de la marca florentina. Así como el nombre de los famosos submarinos nazis de la segunda guerra mundial que ha atraído a cientos de aficionados a uno de los episodios más importantes de la historia contemporánea.