Por su parte, el nuevo modelo de Omega crece en tamaño (pasa de 39 a 41 milímetros), obviamente dejamos el Calibre 28 SC-501 de antaño (un automático muy fiable y con un rotor superior al resto) por un nuevo Calibre 8400/8401 equipado con uno de los nuevos pilares de la casa Omega, el Co-Axial, que garantiza los 15.000 gauss de resistencia magnética.
Estéticamente Omega ha tirado por lo recto y ha plasmado fielmente el diseño de su antecesor. Colores, agujas arrow, fuentes de texto… Si que hay algún cambio de posición de alguna palabra pero no es fácil de distinguir a primera vista. El brazalete de metal pulido, con un buen sistema de extensión de buceo que ya hemos podido ver en el Omega Proplof remplaza fielmente al utilizado en 1957.
Uno de los puntos donde hay más diferencia es en la trasera del reloj, en este caso han preferido que fuera a la vista y no ciega como el original. Un hecho así se puede perdonar si lo que se ve, como es el caso, es una maquinaria de tanta categoría.