5. La genética influye pero no determina. Si tus familiares son como sílfides es probable que tu tarea de engordar tarde más de lo previsto. Tu organismo tenderá a ajustar su metabolismo para mantenerte en el peso al que él cree correcto y saludable. Lleva tiempo la adaptación a lo contrario. La paciencia será una gran virtud. Una buena herramienta en estas ocasiones supone aumentar el consumo de riboflavina. Esta vitamina ayuda a absorber los macronutrientes aumentando así la utilización de los nutrientes. Alimentos ricos en vitamina B2 o riboflavina son carne, pescado, huevos, leche, verduras, vísceras y levadura de cerveza.
6. El cerebro es el responsable del 30% de tu metabolismo basal. Llevar un ritmo de vida agitado o estresado provocará que tu cuerpo viva más rápido, produzca más rápido, se mueva más rápido. Ese aumento de metabolismo te puede complicar la subida de peso. Tranquilízate y disfruta del camino.