En cuestión de sex-appeal, no todo es cuestión de músculos bien definidos o de ser es hombre más guapo de la faz de la Tierra. Y si no te lo crees, piensa en las veces que te has preguntado «¿qué es lo que le ven a ese tío?» o «¿qué tiene él que no tenga yo?».

Ser sexy es, más que nada, una actitud y existen ciertas características que hacen a un hombre atractivo a ojos de una mujer. Aquí van unas cuantas de ellas.

• Físico. «Con curvas» es, seguramente, lo primero que contestarías si te preguntaran cómo es una mujer verdaderamente sexy. Sofía Vergara o Beyoncé son el ejemplo perfecto. Sin embargo ellas, mucho más cerebrales, no se fijan tanto en el físico como tal, sino en las connotaciones de carácter que se pueden intuir observando la apariencia externa. Por eso el rasgo que consideran más atractivo son los ojos: la mirada no engaña. Algo que también observan (más de lo que piensas) son las manos y cómo gestionas el contacto con ellas. Las mujeres son grandes extrapoladoras y basta un pequeño gesto para que deduzcan o se imaginen hasta cómo eres en la cama.

• Look. Los hombres saben que el outfit más sexy para una mujer se compone de tacones, vestido rojo y barra de labios del mismo color. Ellas, en cambio, no lo tienen tan claro. Prefieren a aquellos que saben demostrar que se cuidan, pero sin pasarse. Que sepan llamar la atención con sus looks y no se mimeticen entre la multitud. Un hombre verdaderamente sexy sabe vestir bien sin estar homologado por las modas.

• Animales: Seguro que más de una vez has salido con tu perro a la calle (o a tomar algo en un bar pet friendly) y has acabado con un número de teléfono más en tu agenda. Pocas cosas le resultan más sexys a una mujer (a no ser que odie profundamente a los animales) que un hombre con un cachorrito. Se sienten intrigadas por un hombre que es capaz de cuidar de otra criatura y de satisfacer todas sus necesidades. Un tipo así es percibido como generoso y desinteresado, mejorando así su encanto natural.

• Seguridad: Un hombre sexy piensa que lo es. Tener confianza en uno mismo es algo que resulta tremendamente atractivo a las mujeres. Aquel que sabe lo que hace y lo que quiere, que tiene una personalidad bien definida y que, con su aire decidido, es capaz de transmitir estabilidad y al mismo tiempo equilibrio. Que no tenga que probarse seis camisetas  delante de su chica para que le diga cuál le queda mejor (aunque ellas lo hagan mil y una veces). Cuando un hombre se siente a gusto consigo mismo, se ve relajado en compañía de mujeres, y es capaz de dar lo mejor de él en su presencia.