Es posible que en un primer momento tengamos claro que debemos prepararnos, puesto que esto nos aportará tranquilidad, pero la mejor forma de hacerlo y organizarnos puede aturullarnos. Hay que evitar este atosigamiento que nos produce el querer abarcar todo en poco tiempo.
Por esto, rescata sólo la información primordial, la que creas que está directamente relacionada con el puesto y que te podrá ser de utilidad. Por ejemplo: a qué se dedica la empresa, cuál es su origen, cuáles son los productos o servicios que comercializa, cuál es el puesto que necesitan cubrir y sus características.
En otro orden, debes ejercitar el conocimiento de ti mismo. Rescata y archiva mentalmente tus fortalezas y debilidades, aquellas en las que casi nunca piensas. En este caso serán necesarias. Además, otra de las medidas que puede resultarte útil, es preparar un argumentario para lo que podría ser la entrevista. Mirar un vídeo del método STAR y el Elevator Pitch puede ser una buena opción.