La correa de distribución: Es una de las piezas que necesita cambiarse de forma obligatoria. El kilometraje, depende de la especificación de cada fabricante pero lo habitual es que se haga entre los 60.000 y los 120.000 km. Oirás que muchos conductores han logrado recorrer una mayor distancia sin cambiarla, lo cual es un error muy grave ya que una rotura de la correa puede ser fatal para el motor al tiempo que cuadruplicará la cuantía de tu factura.
Los amortiguadores: es otro de esos elementos olvidados en la sustitución periódica de nuestro vehículo ya que no somos conscientes de ellos hasta que hay que cambiarlos. El mal estado de la carretera o el exceso de carga merman su vida. Por ello, deberían sustituirse entre los 60.000 y 80.000 km, realizando una revisión a fondo cada vez que lo llevemos al taller.
Fuente: Autoscout24