El turbo: Otro de los elementos indispensables en todo coche actual que se precie, sin importar si es diesel o gasolina. La acumulación de carbonilla suele ser uno de los principales motivos que ocasiona su avería pero si realizamos una conducción suave, sobre todo durante los primeros kilómetros cuando el motor está más frío, podemos hacer que llegue hasta los 300.000 km. En el caso de que se rompa, notarás una pérdida inmediata de potencia e incluso, en algunos casos, el coche se puede llegar a parar.
El embrague: Sin él, difícil que el coche pueda moverse. Su vida útil no debería ser inferior a los 100.000 km y en algunos casos puede llegar a superar los 240.000 km. Para llegar hasta esa cifra, písalo únicamente para cambiar de marcha y si tu recorrido habitual es por ciudad, que sepas que su vida se acortara considerablemente.
Los inyectores: Los inyectores, están presentes en los motores de todos los vehículos aunque por lo general donde suelen dar más problemas es en los diesel dado que trabajan a una presión más alta. Para evitar fallos y que su vida pueda alargarse hasta los 400.000 km (es decir, que en condiciones normales no habría que cambiarlos), procura no apurar el depósito de combustible, reposta gasolina de calidad y sustituyes el filtro de combustible cada 30.000 km, jamás te darán un problema. En caso de que fallen, lo primero que notarás será una pérdida de potencia.