Una de ellas, la mujer A, comenzó en este mundo por una ex-pareja. Fue ya hace cinco años. Él tenía novia, pero a ella no le importó mucho. Sabía que eran una pareja abierta, y que el mundo de la noche era lo suyo. De pronto un día este chico le propuso acostarse con él y con su pareja. La mujer A aceptó, igual que haría días más tarde cuando la invitaron a acudir a una fiesta sexual.
La mujer B estaba deseosa de buscar nuevas experiencias sexuales, así que contactó con varias personas por internet. Se unió al movimiento FetLife, y fue todo un acierto: «No solo eran amables, generosos y bien informados, sino que además me llevaron a mi primera fiesta sexual hace ya 3,5 años». La tercera en discordia se metió en este mundillo al cortar con la pareja «controladora y abusiva» que tenía. En su soltería conoció a muchísima gente, y como quien no quiere la cosa acabó en una fiesta sexual en un viaje a California.
¿Cuáles son las mejores?
Ya ha llovido mucho desde que el trío calavera fue a su primera fiesta sexual, en la que se sintieron excitadas y nerviosas. Ahora son todas unas expertas en la materia. La mujer A cuenta que ella es asidua a las fiestas en las que además de sexo se tiene muy presente la elección de la música y la decoración de la sala. Cuanto todo conecta, se excita mucho: «Si entras en una sala así, lo único que deseas es deshacerte de tus bragas de inmediato».