El término empieza a ser conocido y se impone cada vez con más fuerza como uno de los métodos más cómodos para cuidarte con el mínimo esfuerzo. La nutricosmética consiste en poner al servicio de la estética los beneficios de los nutrientes que contienen determinados alimentos.
La idea no es en absoluto nueva. Desde la antigüedad, el hombre ha sabido aprovechar los ingredientes naturales para elaborar mil remedios capaces de curar enfermedades o mejorar su aspecto, pero ahora la investigación y la tecnología han hecho posible concentrar esos nutrientes «mágicos» en una simple pastilla.
Frenar la caída del cabello, eliminar grasas, borrar ojeras o reducir arrugas… la nutricosmética puede ayudarte a mejorar estos y otros problemas actuando desde el interior. Actualmente, no solo tienes a tu alcance capsulas de «belleza» sino también batidos, yogures, zumos y otros productos cuyo secreto está en su composición pero ¿qué llevan?
- Complejos de antioxidantes para combatir los signos de envejecimiento, especialmente combinaciones de vitaminas A, C y E.
- Polifenoles. Muchos procedentes de frutos rojos como los arándanos y de las pepitas y piel de la uva.
- Betacarotenos de origen vegetal. Ayudan a proteger la piel de la acción de los rayos solares y a corregir problemas de pigmentación.
- Coenzima Q10.
- Ácidos grasos (omega3) procedentes del pescado azul.
- Minerales como el selenio o el zinc.
- Otras sustancias vegetales como, por ejemplo, licopeto (procedente del tomate), luteína (espinacas) aceite de onagra (especial para combatir la sequedad de la piel).
Estos son solo algunos de los ingredientes que suelen contener los cócteles de nutrientes en los que se basa esta cosmética innovadora que funcionan aportando al organismo aquellas sustancias de las que, tal vez, ande algo escaso.