No se trata de una patología, pero es un fenómeno bastante más frecuente de lo que creemos. Quizás hasta lo hayas experimentado alguna vez y no sabías ponerle nombre…
El significado real de este término suele desconocerse y confundirse con el de ‘anorgasmia’ (incapacidad de una mujer para llegar al orgasmo). Sin embargo, en la alorgasmia, la protagonista sin duda es la imaginación. Se trata de una fantasía sexual que se manifiesta en quienes, al mantener relaciones con la pareja, piensan en otras personas ya que les resulta excitante hacerlo.
Ese alguien cuya imagen irrumpe simbólicamente en el acto sexual para enriquecerlo puede ser un artista, algún deportista famoso, un compañero de trabajo, el vecino de enfrente, un desconocido o la propia ex pareja. Pero, ¿hasta qué punto esto puede ser percibido como algo negativo dentro de la relación?
En contra del pensamiento más extendido, que sostiene que fantasear con terceras personas puede resultar perjudicial para una relación sentimental e incluso considerarse infidelidad, algunos estudios científicos han confirmado recientemente que es una de las filias cada vez más aceptadas por las parejas, llegando a producir un mayor acercamiento y complicidad entre ambos. El hecho de que de vez en cuando proyectes tu deseo en alguien que te atrae no significa que no quieras a tu pareja.