Su estimulación no es una práctica homosexual exclusiva y se puede combinar con otras prácticas como el sexo oral, coito o masaje a zonas erógenas. El resultado de su estimulación es que “la excitación sea aún mayor y que se intensifiquen las contracciones pélvicas, magnificando su orgasmo hasta diez veces”, explica el , especialista y autor de estudios sobre el punto G masculino.
Fuente: El Confidencial