El punto G masculino: todo lo que deberías saber sobre el placer

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una vez se comenzó a hablar del punto G femenino, ese centro exacto de placer inigualable que, en teoría, permitiría a la mitad de la población que sale perdiendo en la división de tareas de la cama disfrutar por fin, el hombre también quiso subirse al carro. Sobre la existencia del punto G masculino se ha escrito o, mejor dicho, elucubrado mucho.

Desde un punto de vista médico, pero un tanto laxo, podemos considerar que sí. Las glándulas de Skene, que se encuentran en la pared anterior de la vagina alrededor del orificio externo de la uretra, son consideradas en ocasiones como el punto G femenino. Ya que en el año 2001 el Comité Internacional Federativo de Terminología Anatómica aceptó que estas glándulas podían ser consideradas como la “próstata femenina”, haciendo una sencilla regla de tres, llegaremos a la conclusión de que la próstata de los hombres sería su punto G… sobre todo teniendo en cuenta que es una de las zonas erógenas más potentes del organismo masculino.

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