Además, participan en la síntesis de la serotonina, la hormona de la felicidad, indispensable para mantener los niveles altos de motivación durante la bajada de peso. Los últimos estudios en neurociencia y obesidad demuestran que la ingesta de 3 gramos diarios de ácidos omega 3 favorece la lipólisis o destrucción de grasa. Por todo ésto, aumentar tus niveles de grasa insaturada te vendrá bien para tu salud y bienestar.
En la otra cara de la moneda están los ácidos grasos saturados de la leche, los huevos, la carne y repostería. Ingestas elevadas de estos alimentos favorecen la obesidad, la hipertensión, el colesterol alto y los accidentes cardiovasculares. Tanto si eres deportista como si solamente te preocupa desprenderte de los 4 kilos que te sobran, sustituir la leche entera por la desnatada y reducir el picoteo, dulces o carnes grasas te ayudará a conseguir tu objetivo.
No todas las calorías tienen el mismo peso, así que no seas extremista y elimines un nutriente tan importante como las grasas. Simplemente, controla su consumo y estimula apoyos que te acerquen a tu deseo.