Como consumo medio adecuado, los nutricionistas establecen un mínimo de 0,8 gr/kg diario para alguien que habitualmente no practique una actividad física destacada; entre 1,2 gr/kg y 1,4gr/kg para aquellos que hacen ejercicio diario y 2gr/kg para los que realizan una actividad deportiva intensa como el fitness y la musculación.
Algunos entrenadores recomiendan un aporte proteico extra tras finalizar el entreno. Es una práctica habitual, no imprescindible pero sí beneficiosa, ya que, un batido de proteínas tras el trabajo muscular incrementa la correcta actividad celular que hace posible la reconstrucción de los tejidos.
Es cierto, por tanto, que la proteína favorece el buen desarrollo de los músculos, pero la idea de » mayor consumo de proteínas = más músculo» es errónea porque es el ejercicio el que consigue el crecimiento de la masa muscular.
En ningún caso, los suplementos alimenticios pueden sustituir a una dieta equilibrada que contenga las proteínas necesarias para el buen funcionamiento del organismo.