Las proteínas pueden ser de origen animal o vegetal. Las más completas, aquellas que poseen todos los aminoácidos esenciales, se encuentran principalmente en los huevos, la carne, el pescado y la leche. Ricos en proteínas son también otros alimentos como los cereales, las legumbres y los frutos secos.
En determinados casos en los que se requiere un aporte proteico extra, por ejemplo cuando se realiza un entrenamiento intenso también se puede recurrir a los suplementos alimenticios en forma de preparados, cápsulas o batidos, aunque los expertos insisten en que la proteína debe estar presente en la dieta habitual del deportista y no limitarse al consumo de suplementos.
En cuanto a las cantidades recomendadas, éstas varían en función de las características de cada persona teniendo en cuenta aspectos como el peso, la edad y, fundamentalmente la actividad física que se desarrolle. Lógicamente, no necesita la misma cantidad un individuo que lleve una vida sedentaria que un deportista de élite.