El resultado de todo esto es un modelo geológico muy exacto, llamado perfil sísmico, cuyo análisis por parte de los geofísicos permite determinar en qué zonas se puede haber acumulado el petróleo y el gas para su posterior explotación.
Las prospecciones sísmicas no están exentas de impactos negativos para los ecosistemas marinos, afectando tanto a los peces e invertebrados como a delfines, ballenas y tortugas marinas. Pero esto lo veremos otro día con más detalle.
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