Como decíamos, pronto para saber a dónde vamos a llegar. Conviene tener presente el fracaso de algunos periféricos que se han lanzado al mercado (como el 3D) y que el precio y las limitaciones muchas veces los encauzan hacia mercados pequeños, dónde difícilmente pueden sobrevivir, ya que las desarrolladoras no trabajan para producir juegos que no se venden. Sin olvidar los casos de mareos o vértigo que hay que solucionar.
Y mientras, conviene también no perder de vista a Microsoft, que podría presentar su propio proyecto, en su caso más enfocado quizás hacia la realidad aumentada (mezcla de imagen real con elementos virtuales superpuestos) que en la realidad virtual. ¿Si estamos más cerca de vivir desde dentro un videojuego? El tiempo lo dirá.