La diferencia entre ambos proyectos es que el Oculus Rift está destinado al PC y se ha financiado mediante crowfunding a través de la plataforma Kickstarter y ya dispone de versión para desarrolladores, aunque no hay fecha para el lanzamiento de la versión para consumidores.
Aunque aún queda tiempo hasta que podamos disfrutar (o padecer, ya veremos) cualquiera de los dos, sí es posible hacer una pequeña comparativa que demuestra que, aunque similares, hay pequeñas diferencias no solo en la versión actual, si no en las posibilidades que les brinda su potencial.
En lo que al aparato en sí se refiere, no hay excesivas diferencias. De tamaño similar, algo más suavizado el de Sony, ambos tendrán los inconvenientes lógicos de llevar algo tan voluminoso en la cabeza (además del cable, a la espera de que incorporen batería en futuras versiones, con lo que eso conllevaría en cuánto a peso y tamaño), aunque según aquellos que los han probado no resultan excesivamente molestos y permiten un correcto movimiento del jugador.