Zapateros
No sabemos hasta que punto podemos aprovechar nuestro calzado si de vez en cuando lo ponemos en manos de un zapatero. Los zapatos acostumbran a sufrir un gran deterioro por el contacto directo con el suelo y más si los usamos a menudo, pero si los vamos restaurando podemos alargar este deterioro.
Un zapatero puede cambiarnos las tapas y las suelas del calzado, los elementos que más sufren el paso del tiempo y que necesitan un mayor mantenimiento. Básico si queremos conservarlos. El recambio de los cordones puede darle un aspecto renovado al calzado y, sin duda, un zapatero dispone de todos los utensilios necesario para abrillantarlos, pulirlos y logran que luzcan casi como nuevos.
Y ya no sólo hablamos de calzado. Un zapatero se encarga de restaurar todo aquello relacionado con la marroquinería. Cinturones, bolsos, carteras y maletines que tengamos por casa y queramos darle un lavado de cara.