En el caso de ellas, son más propensas a no tener ganas si habían tenido tres o más relaciones en el último año, si no comparten los mismos gustos que su cónyuge o si tienen niños menores de 5 años. «Los hallazgos del estudio observan que el problema debería abordarse de manera diferente para hombres y mujeres», asegura Cynthia Graham, profesora de salud sexual y reproductiva de la Universidad de Southampton.
Tratamientos
Tu médico puede recomendarte terapia si el problema es psicológico. En muchas ocasiones, una disminución de la libido apunta a un deseo de conectar más con su pareja, una que no es sexual, pero sigue siendo íntima. Puedes hablar sobre cualquier tema con un terapeuta, da igual si vas solo o con tu pareja. Si el problema es la depresión, lo mejor es tratarla cuanto antes (pero ten cuidado con algunos antidepresivos porque también pueden reducir tus ganas de tener sexo).
«Nuestros hallazgos sugieren que la comunicación abierta sobre sexualidaden una pareja está relacionada con una menor posibilidad de tener poco interés. Entonces, si no tienes ganas, empezar a hablarlo es un buen punto de partida», asegura Graham a ‘Health’.