Consiste en lo siguiente: debes desinhibirte por completo y sacar todo el estrés y malestar que tienes dentro. Los expertos de ‘Cosmopolitan’ recomiendan la postura de ‘el perrito’, pero sirve cualquiera que te haga volverte loco. En la sesión, el coito debe temer una gran potencia e intensidad. Ambos gritaréis, os tiraréis del pelo, os llamaráis cosas que antes nunca os habíais dicho. Se permite, incluso, un poco de violencia cariñosa: «Si crees que pegar (jugando, se entiende) te ayudará a neutralizar la ansiedad, adelante, ahora es el momento».
Deberías probarlo: el sexo (duro) es un eficaz remedio contra el estrés. Así lo confirman numerosos estudios, como el realizado por el Departamento de Psicología y el Instituto de Neurociencia de la Universidad de Princeton, y publicado en ‘Plos One‘. La investigación reveló que hacer el amor reduce los niveles de estrés tanto en seres humanos como en roedores. Para llegar a tales conclusiones se pidió a 24 hombres y 22 mujeres que reflejasen su actividad sexual diaria. Una vez recopilados estos datos, se pidió a los participantes que realizasen ejercicios de aritmética y que hablasen frente a una multitud de personas. ¿Resultado? Aquellos que tuvieron una mayor actividad sexual experimentaron una menor presión sanguínea mientras realizaron tareas estresantes.
Cuatro posiciones ‘Primal Scream’
Esta terapia se basa en el sexo más primitivo, es decir, en el que el romanticismo tiene poca cabida, al menos durante el coito. Por ello, para que la sesión anti-estrés tenga resultados óptimos, debes hacer el amor en las posiciones correctas. Te damos unas cuantas ideas: