Para evitar esto otra alternativa para afianzar la espalda al banco es, antes de agarrar el peso, echar los brazos hacia atrás como si estuviésemos con la barra. Lo que haremos será una especie de abrazo al banco con los brazos. Para ello estaremos tumbados boca arriba y echaremos los hombros hacia atrás hasta que el banco quede encajado entre los dos omoplatos. De este modo obligaremos a apoyar toda la espalda y es necesario que mantengamos este movimiento y esta postura durante todo el ejercicio para así evitar hacernos daño en espalda y hombros.
Apoyar las piernas en el suelo para aliviar tensiones
Apoyar las piernas en el suelo, como hemos comentado anteriormente, es una buena manera de aliviar tensión en la parte de los hombros. Sobre todo cuando elevamos una carga pesada esto es necesario, pues es importante distribuir la tensión entre todas las partes del cuerpo. Para ello mantendremos los pies apoyados en el suelo, la espalda apoyada como decíamos anteriormente. De este modo lo que lograremos será equilibrar la tensión, elevar mejor la carga y realizar la actividad con una acción más directa del pectoral y menor del hombro.
Controlar la subida y descenso del peso
Otra manera de mejorar el press pectoral es elevando y descendiendo la carga de la manera adecuada. La mejor forma de hacerlo es dejar caer el peso lentamente, haciendo que los músculos de la espalda se contraigan. El pecho se eleva y la resistencia es mayor. AL elevar la carga debemos hacer el efecto contrario, es decir, hay que contraer los músculos del pecho y dejar que los de la espalda se apoyen totalmente sobre el banco. Dejar caer la barra y que rebote contra el pecho es un riesgo elevado a la hora de padecer una lesión en la espalda por una mala ejecución.
Cambiar el agarre para hacer que el hombro intervenga menos
La manera de agarrar la barra es importante. No es recomendable que el agarre sea demasiado abierto, ya que estaremos limitando el rango de movimiento y con ello aumentando la sobrecarga del hombro. Es recomendable que el agarre sea más cerrado, es decir, que las manos estén más juntas, es decir, paralelas al pectoral. De este modo el movimiento será más natural y permitirá que toda la tensión la padezca la parte del pectoral y no los hombros.