Ese estudio fue replicado en hombre infértiles, que fueron suplementados con 2,66 gramos de DAA, y se logró un aumento de testosterona del 30-60%.
Por último, un estudio hecho en atletas a los que se les suplementó con 3 gramos de DAA durante 28 días demostró que no hubo aumento de la concentración de testosterona.
A pesar de no haber un consenso, habrá muchos que querrán ver el lado bueno del asunto y se aferrarán a ese 40% de aumento de los primeros estudios. Lamentablemente eso no es suficiente. Puede ser cierto que el DAA aumente los niveles de testosterona, pero el problema es que un 40% no se traslada en efectos anabólicos visibles. Porque la cosa está clara: lo que queremos es aumentar la masa muscular. La testosterona es un medio para lograr lo primero. Y un 40% no es suficiente para ver resultados. Hay que aumentar los niveles varios cientos de veces para lograr efectos que se trasladen a mayores ganancias musculares.