Tienes que evolucionar y mantener el listón tan alto como últimamente. No querrás que ella se decepcione o se aburra de ti y del sexo que le ofreces. Toma nota:
1) La cucharita profunda
Conoces la clásica cucharita. De hecho, a veces duermes así con tu pareja. Pero ahora, una vez que leas esto, querrás hacer de todo menos dormir cuando la abraces por la espalda. Se trata de una postura que, aunque se parece a la del ‘perrito’, nada tiene que ver. Tu pene alcanza una profundidad tal que ella gritará, aunque nunca lo haga.
Vamos con la técnica. Ambos estáis tumbados de costado, tú detrás de ella. Levántale la pierna más cercana a ti y penétrala por la vagina desde atrás. El contacto cuerpo a cuerpo aumentará la excitación de ambos. Con esta postura tienes fácil acceso a su clítoris y a sus pechos, que puedes estimular mientras le haces el amor.
2) Perrito 3.0
Al leer ‘perrito‘ pensarás que lo sabes todo, pero no es así. Esta es una versión mejorada del clásico ‘a cuatro patas’ de toda la vida. La diferencia radica en el ángulo de las caderas de la chica. En el ‘perrito 3.0’ ella no tiene las piernas en ángulo recto, sino que sus extremidades forman un ángulo de 140 grados. Las rodillas están a la altura de las del hombre, cuya espalda se encuentra erguida durante la penetración.
La cara de ella debe estar pegada a la cama, mientras pone su trasero en pompa para facilitar el acceso del pene. Si eres de los que duran, coge una almohada para que ella puede apoyar su pecho sobre él y no se le cansen los brazos. Tú, el hombre, puedes aumentar la intensidad del coito si la agarras de las caderas y el trasero para darle empuje con más intensidad. Tendrás que estimularle el clítoris con una de las manos, ya que ella no tendrá fácil el acceso a su vagina con esta postura.