Los amantes más osados buscan con ahínco la novedad. Ya te hemos ofrecido las alternativas más innovadoras al 69, número racional para experimentar con lo ilógica del amor. Algunos son más de dar y otros disfrutan recibiendo. Se olvida, sin embargo que también están aquellos que buscan lo mejor de ambos mundos. Si deseas ensayar la mutua fruición, la solución pasa por ahondar en las posibilidades de la cifra original más que en seguir repasando el conjunto de los guar(r)ismos naturales.
Cuando se trata del 69, existen algunos síes y noes que toca respetar. Para sacarle todo el jugo (en sentido figurado) a la posición, ten muy en cuenta esta guía que os llevará a ambos a sobrepasar las fronteras del placer compartido.
Los pre-preliminares
Aunque suene obvio, no está mal recordar que en el sexo lo más relevante no es a veces el acto en sí. Para hacer más rica la experiencia tienen que entrar en juego nuestros sentidos más instintivos, es decir, el gusto y el olfato, y es ahí donde podemos estimular el deseo de nuestra pareja con encantos personales que quizás no conozca aún.
Si prevés que la cena programada va a acabar en postre, presenta bien el plato. Si acabas de salir del trabajo, pasate un momento por casa. Date una ducha a conciencia y acicala las partes que vas a regalar al paladar de tu acompañante. Vístete con tus mejores galas. Recuerda que un plato servido con cubierta se convierte automáticamente en un producto gourmet.