Por otro lado, utilizar la pornografía como única fuente de placer puede disminuir la sensibilidad del centro de recompensa del cerebro, provocando que cuanto más porno se observa, menor sea la actividad en los centros de recompensa del cerebro -y más se necesite-, según un estudio llevado a cabo por investigadores alemanes y publicado en la revista JAMA Psychiatry. De ahí que el cerebro de un adicto al porno sea comparado a menudo con el de un drogadicto o alcohólico.
Fuente: Muyinteresante.es