La firma de lencería Dear Kate ha aprovechado estas críticas a Victoria’s Secret para lanzar una contracampaña, en la que se recrea la imagen de la polémica con mujeres de distintas tallas y etnias. Desde esta marca aseguran que «los creadores del anuncio probablemente no se pensaron dos veces el mensaje que están enviando y, para nosotros, es marketing irresponsable».